Amaloca

Haciendo revisión de posts pendientes me he dado cuenta que me salté uno de los que me apetecía más contar!

En las últimas fiestas navideñas buscábamos un restaurante para hacer la comida del grupo de la uni de B. Cada vez es más difícil porque somos unos cuantos y no paramos de procrear… en este caso necesitábamos mesa para 9 más 4 niños y un bebé. !Casi nada!

Googleando encontré y reservé en el restaurante Amaloca (C/ de la Virtut, 11). Tiene dos plantas y nosotros pedimos mesa en la de arriba porque es donde tienen la Amaloteca, zona de juegos para los peques. No tuvimos mucho problema porque el única día que coincidíamos todos era el 24 de diciembre para comer…

Para comer pedimos varias cosas todas para compartir:

• Tataki de lomo de buey
• Tataki de salmón
• Gyozas de pato 
• Gyozas de langostino
• Rollito tandori
• Yakisoba
• Patacones

La verdad es que me sorprendió mucho lo bueno que estaba todo. A veces cuando vamos a restaurantes family-friendly por ser un montón de criaturitas sacrificamos un poco la calidad de la comida por poder comer tranquilos, pero en este caso comimos muy bien y desde entonces lo recomiendo mucho.

Para los peques pedimos menú infantil que es un bol de arroz frito con verduritas y pollo. De calidad un 10, que gusto menú infantil que no sea un macarron pasado con tomate cutre.

Como ya he dicho antes al ser tanto niño buscamos un restaurante que tuviera zona infantil para los peques. La Amaloteca tiene juguetes, cuentos y un monitos los fines de semana y horario meriendas de martes a viernes.

Pero no un monitor cualquiera… !es el mary poppins de los monitores! simpático, con paciencia, dulce, con una mano increíble con los peques (En la foto solo están mis dos polluelos pero se encargo de todos los peques de la mesa sin problema). Comimos tranquilos y los niños lo pasaron genial con el. Que pena no acordarme de su nombre!

Además de todo lo dicho, está muy bien de precio! Pagamos entre 20 – 25 euros persona dependiendo de si tenías o no que pagar menú infantil.

En fin, lo recomiendo sin parar. Es cierto que nosotros fuimos un 24 de diciembre para comer. Solos en el restaurante y con monitor mágico solo para nuestros hijos… imagino que si vas otro día con la zona de juegos llena de niños no es tan tan tranqui… pero vale la pena!

Chiyoda Sushi bar

Hace unos meses nos escapamos a una de nuestras cenas terapéuticas con Sara y Ana. Nos apetecía japo y Sara nos insistió en ir al Chiyoda (Carrer del Cigne, 9) insistiendo mucho en que no nos fiáramos de las apariencias al llegar.

Hizo bien en advertir. Restaurante minusculo, con mucha foto en la puerta y mostrador de venta de sushi… buena pinta no tiene y es tan peque que compartes conversación con las otras 4 mesas.

Pero claro… conociendo a Sara si estábamos en ese restaurante algún motivo tendría 😉 Pedimos todo para compartir:

• Hokkai uramaki
• Uramaki de gambas de palamos 
• Makis de mango y aguacate
• Variado de sushi y niguiris 

BRUTAL. Estaba todo increíble de bueno, hacía tiempo que no comía tan buen japo. Recomendable 1.000%. Y el mostrador de sushi que tienen en la entrada… no quedará muy bien a nivel estetico pero es buena opción para comer sushi take away.

La cena nos costo 21 euros por cabeza, así que bueno y barato (el bonito… ya si eso…)

Recomendado a tope para cena petit comité donde apetezca buen sushi o para ir a buscarlo al restaurante y quedar como un rey en las cenas en casa!

La Nova Fontana

¡Hola de nuevo! Que olvidado tenía el blog!! Nos fuimos de vacaciones y no hemos tenido ni un minuto para poner al día el tema!

Antes de vacaciones, me fui de cena malamadre con Sara, Ana y Mar al restaurante La Nova Fontana (C/ dels Santjoanistes, 6). No se puede reservar, así que mejor ir pronto o con paciencia.

Es un restaurante pequeñito y sin mucho encanto, pero hemos venido a comer no a colgar fotos de locales en instagram!

Es una pizzería que hace pizzas especiales, son tipo un mini bocadillo pizzero y tienen una carta enorme, ¡mil opciones! Yo pedí una de Samfaina y una Catalana (jamón y champis). Me gustaron mucho: el tomate de base es buenísimo y los ingredientes están muy bien. Ahora, son de esas que no escatiman en aceite así que al día siguiente ensaladita para compensar…

De postre, carta simplona de helados (simplona no en plan mal, eh, que me apetecían a saco. Pero no esperéis un tiramisu de esos que entran en el ranking de Borja). Tiré de clásico caramel & nuts de Magnum.

La cuenta muy bien, nos costó 13,35 euros por persona.

Yo soy un pelín purista con el tema de las pizzas y si alguien me pidiera consejo para comer una buena pizza en Barcelona recomendaría sin duda Gusto o Piazze d’Italia.

No creo que este restaurante se pueda meter en la misma liga pizzera ya que es otro concepto.  Ahora, a mi me gustó mucho y lo recomendaría sin duda para un bocadito apetecible post cine Bosque, por ejemplo!

Galaxó – Hotel Casa Fuster

Una de las semanas en las que más nos sentimos obligados a probar nuevos restaurantes es la «Barcelona Restaurant Week», en la que múltiples restaurantes de Barcelona ofrecen menús por 25€ (+ IVA). Se celebró del 28de marzo al 6 de abril y el elegido fue el restaurante Galaxó, en el Hotel Casa Fuster.

La gracia de la Barcelona Restaurant Week reside en eso, en la posibilidad de cenar en un buen restaurante (de esos en los que no sueles bajar de 60€ por cabeza) por sólo 27,50€. El problema es que el menú es muy cerrado (a veces ni siquiera puedes escoger entre dos platos), por lo que vale la pena mirárselo antes de reservar. En el caso del Galaxó nos pareció un buen menú y a Elena y Santi, grandes fans también de la Restaurant Week, también, así que fuimos los 4.

Entre las opciones que nos ofrecía el menú, yo lo tenía bastante claro. Si eliminaba las opciones que tenían pescado sólo me quedaba el Canelón de setas y Alcachofas con requesón, puerros y sus crujientes de primero y el Meloso de ternera a baja temperatura con piña caramelizada y trigueros de segundo. Y como somos una pareja muy avenida, Alicia pidió lo mismo (así que os quedáis con las ganas de ver la pinta que tenía la Esqueixada o el Guiso de Merluza con Albóndigas.

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De postre, huímos de la clásica Crema Catalana (por mucho que tuviese el toque de los frutos rojos) y probamos el Semifrío del Parc Güell (toque modernista para recordarnos el estilo del hotel) con Mango y Fruta de la Pasión. Buenísimo.

Al final, la cuenta subió a algo más de 30€ por cabeza, porque la bebida no estaba incluida (y nos dio por beber poco). Obviamente, no es un precio de referencia del restaurante, ya que la ocasión distorsiona la realidad de cualquier otra semana. Eso sí, nos sirvió para descubrir que no se cena mal (habíamos cenado ahí en la boda de Nani y Nuria, pero ya se sabe que una boda no es referencia tampoco) y que el sitio es una pasada, con vistas a todo Paseo de Gracia (teníamos la mejor mesa, creo yo).

En definitiva, diría que aprovechamos bien la ocasión. Ya tengo ganas de que llegue la próxima!!

Pepa Tomate

El sábado 12 de abril comimos con Nico en el restaurante Pepa Tomate (Plaça Revolució De Setembre De 1868, 17) un restaurante que nos recomendaron los primos de Borja. El restaurate es muy mono pero estaba lleno, así que comimos en la terrazita que tienen en la plaza con nombre más largo del mundo.

Se está muy bien ya que es un plaza molona de gracia (está al lado del teatre neu, pleno meollo hipsteriano). Si os apetece pasar, mejor reservad ya que nos han comentado que suele estar siempre muy a tope.

En la carta tienen un poco de todo, desde hamburguesas, pasando por tapitas hasta platos variados. Nosotros decidimos empezar con algo para compartir: una ensaladilla rusa, unos huevos estrellados y crudités de calabacín, tomate seco, parmesano y trufa. Todo muy bueno, un aplausito a los calabacines que estaban de rechupete!

De segundo Borja pidió un tataki de pato con chimichurri y yo pedi el pollito a l’ast con manzana y patata. El pato estaba bueno, pero si lo visitáis os diría que no os perdáis el pollo! Espectacular, me encanta el pollo a l’ast y este entra en mi top-5 sin duda (mi top-5 de pollos es mucho más guay que el top-50 restaurants of the world).

Cuando acabamos de comer, la camarera nos preguntó si nos apetecían unos gintonics. Claramente accedimos, ¿que hay de malo en unos digestivos después de comer?

¿¿¿¿Que que hay de malo en unos digestivos después de comer???? SU PRECIO!!! 16,15 euros por gintonic!!! Por muy gvine que sea me parece una barbaridad… Puedes pagar 16 euros por un gintonic en copa balón y florecitas si te lo tomas en la terraza de un hotel con vistas a paseo de gracia…. pero vamos, como copichuela tonta post comida, es salvaje.

Sin los gintonics, la cuenta hubiese sido de 30 euros por cabeza y hubiese comentado que la calidad del producto es muy buena por lo que no está mal… pero claro, con los gintonics nos fuimos de allí pagando 45 euros por persona. buuuf!!!

¿Lo recomendaría? Sí, se come muy bien y es muy chulo. Pero sobretodo, NO PIDÁIS COPAS! En gracia esta lleno de bares molones donde tomar gintus que no estén a precio de elixir de la juventud eterna.

L’Eggs

Hace un par de meses decidimos probar el nuevo restaurante que han abierto en los Jardinets de Gracia, montado por los mismos que La Royale: L’Eggs by Paco Pérez.  La verdad es que no tuvimos mucha suerte (o sí, según se mire), porque cuando acabábamos de pedir la comida y ya nos habían servido la bebida, se fue la luz. Lo que al principio parecía una divertida anécdota, se fue alargando, hasta el punto que nos dijeron que no volvería y que nos invitaban al vino. El problema es que entre que ese día veníamos de ver el Barça (por lo que llegamos pasadas las 22:15) y el tiempo de espera, salimos del local a las 23:30 sin haber cenado nada y habiéndonos bebido una botella Magnum de vino entre los 8, por lo que el hambre era considerable y a esa hora sería difícil encontrar algo abierto… Excepto el McDonalds. Está siempre ahí para solucinar esta clase de problemas. Y bien que lo hizo.

Unas semanas más tarde decidimos volver a intentarlo con el mismo grupo y así fue como, el 23 de noviembre, nos encontrábamos de nuevo en el mismo lugar (pero no en la misma mesa, por desgracia, ya que la de la primera vez estaba mucho mejor).

El local tiene una decoración moderna, con toque industrial, poca luz (aunque más que la primera vez que fuimos) y con pollos colgados en las paredes. Ah! Por si no lo habéis notado por el nombre, todo gira entorno a los huevos de Paco Pérez. Bueno, a los que prepara quiero decir.

Un detalle que nos pareció curioso y que caímos las dos veces (y no me parece mal) es que te ofrecen el vino en tamaño Magnum. Cayeron dos de vino blanco y ahí le vi el fallo a este tema: al terminarse la segunda quedaba sed para algo más de vino, pero no para 1,5 litros. Así que nos quedamos cortos. Podríamos haber pedido una pequeña, pero como que no te sale natural.

Para cenar, optamos por el clásico de pica-pica de primero y cada uno un segundo. El pica-pica constó de Huevos fritos con patatas y jamón, huevos de codorniz, tortilla de tomate cherry, salteado de setas y pan con tomate. Cuando estábamos pidiendo nos pareció muchísimo, pero al ver las cantidades nos quedamos un poco decepcionados, ya que eran bastante escasas (especialmente los huevos de codorniz). Así que esperábamos con ansia que llegase el segundo (risotto de setas para mi y ensalada de ventresca para Alicia) y ahí la decepción fue aún mayor. El arroz era casi una tapa (el plato era normal, pero la profundidad era la de un grano de arroz) y la presentación muy pobre (qué es ese chorro de salsa que le ponen por encima? Parece mayonesa del frankfurt). Y la ensalada estaba buena, pero no 11€ buena.

En cuanto a la cuenta, algo más de 35€ por cabeza, acercándose peligrosamente a los 40€. Caro, teniendo en cuenta que nos fuimos con hambre.

Además, nos hubiésemos quedado a tomar un gintonic, pero el hecho de que desde que nos sirvieron el primer plato tuviésemos a un DJ poniendo música altísima (lo cual hacía imposible hablar), nos hizo olvidarnos de ello. Les pedimos varias veces que la bajaran, pero no hicieron mucho caso.

En definitiva, una decepción, porque íbamos con muchas ganas y no creo que volvamos.

Una terraza con gracia

El pasado viernes 31 de mayo combinamos varias cosas que nos gustan: Probar nuevas ideas, cenar con amigos y una terraza molona. Nuestra prima Cris Arisó y su socia Miriam Cacho nos invitaron a la cena inaugural de su nuevo proyecto: «Una terraza con gracia». El proyecto aún está en fase de definición, pero la idea es sencilla (como todas las buenas ideas): ponen a disposición de grupos reducidos una terraza perfectamente decorada y un cociner@ que preparará una cena original.  Es posible que más adelante organicen talleres de cocina, catas o actividades similares: ¡os iremos informando!

Como podéis ver, la mesa y el ambiente que nos encontramos al llegar era inmejorable!

La chef para la gran cena fue Marta Hutesà que nos preparó los siguientes manjares:

– Croquetas de setas calabaza con jamón ibérico acompañado de un chupito de crema de guisantes

– Maki veraniego de gamba con mermelada asiática de tomate

– Pizza casera de hummus, feta y tomates cherry con aliño de menta

– Lomo de cerdo asado acompañado de patatas perejil y salsa de cerezas naturales

– Helado de mango con ajedrez de chocolates y almendras tostadas 

Todo estaba brutal, ¡que super cena! Si tengo que destacar algo, diría que me dejó alucinada la pizza por la combinación de hummus con menta: todos los que seáis cocinitas no lo dudéis e intentadlo! El helado, además de buenísimo, era muy agradable de comer ya que la combinación del helado de mango con el chocolate duro por encima quedaba genial.

La cena la regamos con buen vino y le pusimos el broche final tomándonos unos gintonics para ayudar a digerir 😉

¡Gracias Cris y Miri! Esperamos que el proyecto crezca y nos morimos de ganas de volver 🙂

Café Marzá

El pasado 19 de Abril fuimos con Elena, Santi, Marion, Cristian y Elisa al Café Marzá (Via Augusta nº100), un restaurante que nos recomendó mi primo Borja al estar cerca de su casa.

Se trata de otro restaurante más del estilo La Royale, tipo neoyorkino, con buenas hamburguesas y carta de gintonics de postre. Ya hemos dicho en algún post anterior que estos restaurantes están creciendo como setas en Barcelona, pero nos consta que este lleva ya unos cuantos años, así que no es uno más que se ha sumado a la moda, sino más bien alguien que se anticipó. El local es pequeño y la decoración no está tan cuidada como en La Royale o en The Snob.

Para cenar, optamos por el clásico de entrantes para compartir y un segundo para cada uno. De entrantes, pedimos bravas, croquetas, camembert rebozado, pollo rebozado con kikos y ensaladilla de tomate y atún. Con la ensaladilla quedamos bastante decepcionados, ya que al leer ensaladilla, te esperas algo tipo la rusa, pero en este caso se referían a ensaladita… Pero bueno, nos sirvió como anécdota a recordar. De segundo, yo pedí una hamburguesa con queso de cabra y Alicia una de Ceps. Ambas estaban muy buenas, aunque la presentación era bastante mejorable.

De postre, hubo quien optó por postres de chocolate y quien se decidió por culminar la velada con un gintonic (adivinad cuál fue mi caso…). Cabe decir que los gintonics los preparan bastante bien y preparan el bouquet de frutas en función de la ginebra elegida.

La cuenta, sobre 27€ por cabeza, con suficientes entrantes, postre y gintonics. Teniendo en cuenta lo que sueles pagar en este tipo de restaurantes, podríamos decir que está bastante bien. Eso sí, no es lo mismo. Considero que está un paso por debajo de La Royale en casi todas las variables que podríamos medir (local, calidad, presentación, atención al cliente y postres. Los gintonics posiblemente sean mejores).

Dada la ubicación del local, es una opción a tener en cuenta si vas a ver alguna película al cine Bosque, aunque no lo contemplaría si vas con prisa.
En definitiva, es un sitio al que no volvería para hacer una cena con amigos un día cualquiera, pero sí que lo consideraré si salgo con hambre del cine.

La máquina de pasta

Este viernes 15 de marzo fuimos a comer al restaurante la máquina de pasta (c/Asturies, 17) , nos entro el antojo después de ver el post en el blog fuera del sofá. Nos encanta la pasta y el restaurante está muy cerca de mi trabajo, así que era un muy buen plan. El restaurante es pequeñito y muy mono. Solo entrar puedes ver la cocina donde hacen la pasta delante de tí, ¡pintaza!

Tienes que elegir la comida y pagar antes de sentarte, tipo pastafiore pero en bueno ;). El sitio estaba bastante lleno y creí que no nos podríamos sentar pero el camarero nos comentó que suelen tener bastante rotación ya que no es un sitio de mucha sobremesa. Así fue, enseguida vimos que una mesa se liberaba. Para comer elegimos el menú que incluye una ensalada verde y un plato de pasta con distintas salsas a escoger (Fusilli, tagliatelle, spaghetti o penne). En mi caso, pedí unos fusilli con salsa de tomate y Borja pidió los fusilli con pesto. Los dos buenísimo y al dente, ¡la pasta recién hecha está increíble!

De postre nos pedimos Tiramisú, que es un postre que utilizó para situar en mi ranking mental a los restaurantes italianos, y este estaba brutal, ¡muy recomendable!. Nos gustó mucho, pero también es cierto que hay que saber en que plan ir: Al ser un restaurante pequeñito es un poco ruidoso y, como os comentaba, tiene bastante rotación por lo que no lo recomendaría para una cena en la que esperas sobremesa o planes para grupos grandes. Para una comida rápida y buena con amigos o pareja (por ejemplo, antes de ir al cine bosque), es ideal.

Como pagamos en la caja antes de sentarnos, se nos pasó hacer foto a la cuenta. Así que tendréis que confiar en nuestra palabra 😛 El menú costaba 8,95€ y pagamos 3€ extra por el tiramisu, así que costó 12 € por persona ¡muy bien de precio! Si pasais por la zona y os apetece buena pasta: ¡no lo dudéis!

Krampus

El pasado miércoles 20 de febrero cenamos en el restaurante Krampus (C/ Zaragoza, 89), es  un restaurante especializado en crèpes de todo tipo. No es muy grande, así que es mejor reservar siempre. Tienen una sala al entrar con varias mesas y cocina a la vista y una terraza cubierta bastante mona.

Eramos un grupo grande, aproximadamente 30 personas, que ocupamos toda la sala principal. Nos reunimos todos para despedirnos de Laura (Tita Lauri) que se va a vivir el sueño americano a NYC, desde aquí queremos volver a desearle mucha suerte!! Cenamos en Krampus ya que es uno de los restaurantes preferidos de Laura, ¡una muy buena elección!

Al ser un grupo grande, reservamos un menú de grupo que consistía en una ensalada, agua y vino para cada cuatro personas y una crèpe salada más una crèpre dulce por persona. Todas las crèpes están buenísimas, ¡super recomendables! Yo me pedí una crèpe de queso, jamón y huevo (como sabía que el menú incluía crèpe dulce, elegí una más ligerita. Está muy buena pero si visitáis el restaurate aprovechad para provar crèpes más originales, ¡que están increíbles!) y de postre una crèpe de Nutella clásico entre los clásicos que nunca falla.

La primera vez que fui al restaurante (hace unos añitos, con Borja y el grupo de europraxis), me sorprendió que la masa de las crèpes saladas no és la que estamos acostumbrados. Las hacen con harina de sarraceno, que es un tipo de harina más crujiente y ligera. En la foto podréis ver la diferencia ya que hay tres saladas y una dulce.

No tengo foto de la cuenta, ya que al ser un menú de grupo ya pactado no la vi. Nos costó 20 € por cabeza así que muy bien de precio 🙂 Además te dan una tarjeta que sellan cada vez que vas, cuando consigues 10 sellos ¡te regalan una crèpe dulce! Al ser un grupo tan grande… nos dieron una tarjeta ya sellada, ¡volveremos a por nuestra crèpe!