El pasado viernes 1 de noviembre decidimos aprovechar el día festivo saliendo a comer fuera con mi hermano y Viky a su restaurante preferido: Bubó (Carrer de les Caputxes, 10). Hacia tiempo que nos proponían el plan y nos hablaban maravillas del restaurante, así que le teníamos muchas ganas. El bubó es una pastelería alucinante del born que ha abierto un restaurante de tapas y platillos muy recomendable (la foto es la puerta del bar, justo al lado tienen la pastelería… ¡no tiene perdida!).
El bar es pequeño y tiene pocas mesas, pero si hace buen tiempo (y en nuestro caso, así fue) es muy agradable comer en su terraza justo a los pies de la iglesia de santa María de Mar (en invierno cubren la terraza, así que no pierden esas mesas en las épocas más frías).
Comer con Alvaro y Viky en el Bubó tiene una clara ventaja: Son unos super-expertos Bubiles y saben exactamente que pedir así que nos dejamos llevar por ellos. Todo lo que pedimos fue para compartir: Pedimos croquetas de brie y coco, de ceps, de jamón y de queso de cabra (buenerrimas todas), los mikinis de datiles y de ceps (este bocadito es brutal, nos pedimos dos rondas), huevo poche con setas, pulpo a la gallega, patatas bravas (son distintas a las clásicas, están muy buenas), ensalada de berenjena y pan con tomate (también original, son palitos de pan para mojar en un vaso de tomate). Todo espectacular.
Me asusté un poco al ver la cantidad de platos que estaban pidiendo, pero la mayoría de raciones son pequeñitas, tipo platillo. Así que nos quedamos bien y con sitio para el postre. OJO!!! nunca saltarse el postre, recordemos que el Bubó es una pastelería (uno de ellos ha ganado varios años un premio como mejor postre)!
Para elegir el postre te llevan hasta el local de la pastelería, donde te quedas alucinado con la cantidad de pastelitos con pinta alucinante. En nuestro caso, pedimos: Tartaleta de frutos rojos (Viky), Cono de chocolate blanco con frutos rojos (Alvaro), Saturno – chocolate blanco y lima por fuera, praliné por dentro (Borja) y Tarta Sacher (para mi). Festival de la buenez todos los postres, los caté todos y si tuviera que elegir me quedaría con la sabia elección de mi hermano!
La comida salió a 27 euros por persona, viendo las cantidades y contando vino y postre (y no cualquier postre)… creo que está muy bien de precio. Mi hermano se saltó la regla de los hermanos pequeños (que deben ser mimados) y nos invitó a comer, ¡¡muchas gracias!!)
Si os apetece comer bien por el Born y, además, os gusta el dulce… ¡no os lo podéis perder!
¿Dónde cenamos hoy? 