Bienvenido 2018 🙂 Tengo como proposito intentar llevar más al día el blog. Poco que salimos desde que nos dedicamos a procrear… si encima no actualizo mal vamos.
Y empezamos proposito recuperando un post que se me había olvidado escribir. Antes de verano nos fuimos con mi hermano y Vik (grandes recomendadores aunque yo los confunda a veces…) a a descubir un restaurante que hacia tiempo que nos recomendaban: el Catacroquet (c/Almogàvers, 211).
Es un restaurante con terrazita pero que vale la pena estar dentro ya que es más mono, por como estaba de gente… imprescindible reservar!
Su nombre no deja mucho a la imaginación: la carta gira entorno a las croquetas. De todo tipo, flipas viendo la variedad! También tienen algunas tapas y platillos no croquetables.
Pedimos un poco de todo para compartir:
- Huevos estrellados con trufa
- Burrito de carrillera de ternera
- Steak tartar (sin foto… como se nota que a mi no me gusta)
- Y como no… croquetas de: mozzarela, provolone, huevo trufado, chipiron, chistorra, carrillera, ternasco, pollo al curri
Todo espectacular de bueno. Que increíbles las croquetas, salivo de pensarlo. La única que no nos gustó fue la de chipiron por tener un sabor muy muy fuerte pero el resto repetiría todas!
Quedo hueco para postre, así que pedimos: un carrot cake, un cheese cake de frutos rojos y un cheese cake de coco. Super bien.
La cena nos costó 24,5 euros por cabeza, no está mal!
Es un sitio super original y se come bien así que amantes del croqueteo: ¡ya sabéis!