Blavis

Como ya he dicho varias veces, una de las cosas que más me gustan de tener un blog de restaurantes es cuando la gente se acuerda de ti para recomendarte restaurantes molones que descubren. Charlie y María insistieron mucho en que fuéramos con Elena y Santi a cenar al Blavis (C/Saragossa, 85), un restaurante de tapas molonas que aparece como número 3 de 7.410 en el ranking de trip advisor.

El local tiene mucha gracia porque es mínimo! 5 o 6 mesas máximo… para hacernos foto de grupo nos dejaron pasar a la barra, ¡no os digo más! Entre eso y la afluencia de guiris que se dejan aconsejar por trip advisor es imprescindible reservar (y con bastante antelación…)

El chico que atiende las mesas es más majo que las pesetas y nos explico que van variando las tapas, nos aconsejó y nos dio una aproximación de lo que teníamos que pedir (por suerte… porque todo tenía tal pinta que yo lo hubiese pedido todo!) Al final decidimos cenar:

• Bravas
• Carpaccio de berenjena con queso
• Tacos de cochinita pibil
• Fajita de caprese
• Huevos estrellados con trufa
• Tiradito de salmón
• Pluma ibrica
• Entraña con chimichurri

Muy locamente bueno todo. Hacía tiempo que no comíamos tan bien!!! Los tacos, la fajita y el carpaccio fueron mis preferidos, pero los demás no se quedaron atrás. Calidad a tope!

De postre, pedí un yogurt con frutos rojos, crumble y manzana…..que fue la locura.

He escrito esto y ya tengo ganas de volver… mmmm!!!!!

La cena nos costó 28 euros por persona. CORRECTERRIMO! habéis visto todo lo que comimos e intuido su calidad? recomendable sin parar. No me extraña nada que  Charlie y María insistieran.

No os lo perdáis!

Pepa Tomate

El sábado 12 de abril comimos con Nico en el restaurante Pepa Tomate (Plaça Revolució De Setembre De 1868, 17) un restaurante que nos recomendaron los primos de Borja. El restaurate es muy mono pero estaba lleno, así que comimos en la terrazita que tienen en la plaza con nombre más largo del mundo.

Se está muy bien ya que es un plaza molona de gracia (está al lado del teatre neu, pleno meollo hipsteriano). Si os apetece pasar, mejor reservad ya que nos han comentado que suele estar siempre muy a tope.

En la carta tienen un poco de todo, desde hamburguesas, pasando por tapitas hasta platos variados. Nosotros decidimos empezar con algo para compartir: una ensaladilla rusa, unos huevos estrellados y crudités de calabacín, tomate seco, parmesano y trufa. Todo muy bueno, un aplausito a los calabacines que estaban de rechupete!

De segundo Borja pidió un tataki de pato con chimichurri y yo pedi el pollito a l’ast con manzana y patata. El pato estaba bueno, pero si lo visitáis os diría que no os perdáis el pollo! Espectacular, me encanta el pollo a l’ast y este entra en mi top-5 sin duda (mi top-5 de pollos es mucho más guay que el top-50 restaurants of the world).

Cuando acabamos de comer, la camarera nos preguntó si nos apetecían unos gintonics. Claramente accedimos, ¿que hay de malo en unos digestivos después de comer?

¿¿¿¿Que que hay de malo en unos digestivos después de comer???? SU PRECIO!!! 16,15 euros por gintonic!!! Por muy gvine que sea me parece una barbaridad… Puedes pagar 16 euros por un gintonic en copa balón y florecitas si te lo tomas en la terraza de un hotel con vistas a paseo de gracia…. pero vamos, como copichuela tonta post comida, es salvaje.

Sin los gintonics, la cuenta hubiese sido de 30 euros por cabeza y hubiese comentado que la calidad del producto es muy buena por lo que no está mal… pero claro, con los gintonics nos fuimos de allí pagando 45 euros por persona. buuuf!!!

¿Lo recomendaría? Sí, se come muy bien y es muy chulo. Pero sobretodo, NO PIDÁIS COPAS! En gracia esta lleno de bares molones donde tomar gintus que no estén a precio de elixir de la juventud eterna.

Milk Bar & Bistro

El pasado sábado 9 de noviembre nos homenajeamos con un buen Brunch en el Milk (c/ Gignas 21), restaurante que nos recomendaron nuestros queridos amigos Rojas.  El brunch es un invento guay que se basa en una suma entre el breakfast y lunch, es decir, desayuno y comida por lo que se suele comer entre 10h y 13h y suele consistir en mezclar algo de dulce con algo de salado.

En el Milk puedes disfrutar de su maravilloso brunch de 9h00 a 16h30… nosotros fuimos sobre las 14h00 (podría decirse que fuimos a comer, pero eso no es nada cool)

Es un restaurante muy mono y pequeñito (suele estar bastante a tope) pero al tener un horario amplio si tienes suerte te sientas rápido. NOTA: Si sois más de 4 personas no os recomendamos ir a Milk ya que no tendréis sitio, mejor ir al restaurante Marmalade (c/Riera Alta 4-6) ya que es más grande y al ser del mismo grupo tienen la misma carta de Brunch. Milk tiene más encanto, pero Marmalade más espacio 🙂

Fuimos con hambre, así que el menú no fue nada ligerito: Nos partimos unos pancakes con frutos rojos, crema de  yogur y sirope de arce, nos pedimos unos huevos benedict cada uno y para acabar un bol de fruta con muesli y yogur griego. Todo está muy bueno pero sobretodo pedid siempre los huevos benedict!!! Son increíbles:  Tienen crema holandesa por encima y están acompañados por una tostada con bacon y unas patatas alucinantes… mmmmm….. mmmmmmmmmm!!!!!

Tienes variedad de batidos para acompañar la comida, pero nosotros nos decantamos por el clásico martini (el mío con chispazo de coca-cola… el del vaso gayer es el de Borja 😛 )

El tema salió por 21 euros por cabeza. Creo que está muy bien de precio teniendo en cuenta la cantidad, lo bien que comimos y lo super guiri que es (ya sabemos que, a veces, un restaurante puede tener plus de precio por ser guiri-land)

 

Si os apetece un buen brunch, ¡no os lo perdáis!

La caseta del migdia

El pasado domingo 27 de octubre (lo sé, hace mucho ya, pero nadie me paga para que los posts salgan inmediatos!) decidimos aprovechar los últimos coletazos de buen tiempo para dar un paseo por esa montaña extraña que crece en el puerto de Barcelona: Montjuïc. Por eso, quedamos con Anna y Marcos en el Funicular para iniciar ahí la aventura.

El plan original era que también estuviesen Silvia y Santi, pero finalmente no pudieron. De ellos salió la idea de comer en La Caseta del Migdia, una especie de chiringuito situado detrás del Castell de Montjuic. Para llegar hasta allá desde el lugar donde te deja el Funicular tienes dos opciones: subir en el teleférico hasta el Castillo o bien subir andando. Recomendamos hacerlo andando, ya que de esta forma puedes visitar los parques que llenan la montaña y que son normalmente ignorados por los habitantes de nuestra ciudad. Insensatos todos! Me encantó descubrir la existencia de dichos parques, por cierto.

Una vez llegas al Castillo debes rodearlo para llegar a La Caseta. Sin duda vale la pena hacerlo por el lado mar, para disfrutar de las vistas que ofrece la montaña hacia el Mediterráneo, con el puerto de mercancías a sus faldas. También podréis ver la cantidad de cruceros que están ahí esperando mientras sus pasajeros se gastan el dinero en sombreros mejicanos y vestidos de faralaes en las cercanas Ramblas.

Es un paseo agradable y, si no fuera por el inusual calor que hacía ese día, bastante sencillo. Nosotros llegamos ansiando una cerveza como si fuésemos turistas que se han perdido en el desierto del Sahara. Y cuando vimos que todas las sombrillas y sillas eran de Moritz entendimos que no tardaríamos en saciar nuestra sed.

El sitio en sí no tiene mucho secreto. Mesas desperdigadas en un bosque de pinos en la ladera marítima de Montjuïc. El suelo es la propia naturaleza y la única construcción es una antigua caseta de Aguas de Barcelona (quizá es de Endesa o de Telefónica, no lo recuerdo bien, pero no cambia nada la historia, así que me quedaré con las Aguas). Nosotros nos sentamos en una mesa en primera línea, lo cual suele ser una gran elección, pero el calor de ese día nos hizo suspirar por que desapareciese el sol cuanto antes… lo cual no ocurrió hasta que ya habíamos terminado de comer. Empezamos con unas cervezas acompañadas de patatas chips y olivas. Un aperitivo de los de toda la vida.

Para comer tienes poco donde elegir, ya que sólo ofrecen un plato: carne a la brasa. Se trata de un plato con una butifarra, un cuarto de pollo, ensalada y mazorca de maíz. De postre ofrecen creps de varios tipos. En nuestro caso, Alicia optó por Nutella y yo por dulce de leche. La comida en sí podríamos decir que no pasará a la historia, pero sin duda lo que merece la pena es el sitio.

La cuenta, como podéis ver, va acorde con el sitio. Poca tecnología. Unos 25€ por cabeza, aunque hemos de contar que cayeron 3 cervezas por barba(os he dicho ya que hacía mucho calor?). Precio correcto por el plan que supone, pero quizá elevado teniendo en cuenta la calidad del producto que ofrecen.

En definitiva, es un buen sitio a tener en cuenta si le quieres dedicar un día a la montaña de Montjuïc.

El Nou de Granados

Una de las cosas que más geniales del blog es que nuestros amigos están cogiendo la magnifica costumbre de recomendarnos restaurantes chulos, ¡fantastico! El viernes 10 de mayo cené con Nani y Núria en El 9 de Granados (C/ d’ Enric Granados, 9), restaurante recomendado por mi compi de curro Silvia Ghirelli (Grazieeee!!).

El restaurante es muy chulo y espacioso, la primera impresión es muy buena. Además, tiene una terraza que tiene muy buena pinta ya que está situado en la parte peatonal de enrique granados. Si volvemos cuando haga más calorcito, ¡lo probamos seguro!

La carta es muy completa, con cocina mediterránea de todo tipo. Además, tienen distintos menús según el día y la hora. Nosotros elegimos el menú de 19€ para noches y fin de semana que tiene varios primeros, segundos y postres a elegir. En mi caso, elegí una ensalada tibia de queso cremoso a las finas hierbas con granada, nueces y vinagreta de manzana  de primero (¡¡espectacular!!), corte argentino de ternera a la plancha con salsa chimichurri y guarnición de patatas rústicas de segundo y una buenísima tarta sacher de postre. Todo estaba genial, ¡no os lo perdáis!

Para beber, aguitas y vino blanco muy bueno… Después Núria y yo nos animamos y pusimos la guinda a la cena con un par de gintonics.

El menú que elegimos era de 19 € pero las bebidas no están incluidas, así que la cuenta final quedo en 30 euros por cabeza (restadle 6,5 euros por cabeza si no os unís al clan gintonic). Creo que es un precio correcto y la calidad de la comida es muy buena.

Os recomiendo claramente que lo visitéis ya que está muy bien (podéis dar un vistazo a los distintos menús o elegir directamente de la carta en el mismo restaurante). ¡Yo volveré seguro para que Borja lo pruebe!

Doble Zeroo

Actualización 2017: hemos vuelto al doble zeroo unos añitos más tarde con amigos e hijos. Sigue siendo un japo excelente pero actualizamos para decir que vale mucho la pena ir con niños: Un buen menú infantil con arroz de verduras y pollo, trona, cambiador y zona de juego infantil con monitores. El único pero es que para lo baby-friendly que es no es muy grande y se llena de cochecitos

El pasado jueves 16 de Mayo fuimos a cenar con Nico y Julieta a un restaurante que ellos mismos nos habían recomendado: el Doble Zer00 del Born. Se trata de un restaurante japonés creativo, pues también tiene variedad de tapas exóticas. Cabe destacar que, el hecho de que yo comente un restaurante japonés es como si a Tomás Roncero lo ponen a comentar la belleza de juego del Barça. Ambos sabemos que nos toca comentar algo realmente exquisito, pero no nos gusta.

Nico nos recomendó que nos dejáramos llevar por la creatividad del Sushiman (el tío que hace el sushi, vamos) que, como todos podréis imaginar, nació y se crió en un país tan oriental como es… Argentina. Se trata de Martín, amigo de la infancia de Nicolás en la lejana ciudad de Mar del Plata. La idea era tentadora, pero yo no me atreví, ya que para mi suponía demasiado riesgo hacer eso en un restaurante donde abunda el pescado. Así que yo comí aparte (lo cual es ideal, ya que comí mis platos y piqué de los suyos que no tuvieran pescado), pidiendo Tomoe Maki (vegetariano) y Pato a la Naranja. El resto compartieron varios platos, entre los que destacaron el Mosquito y una especie de Tagliata de solomillo buenísima. Todo lo regamos con vino blanco argentino, en honor a nuestros acompañantes.

Me consta que a todos les gustó mucho lo que probaron y yo he de decir que lo mio también estaba muy bueno. Me gustó mucho la presentación del pato a la naranja, ya que venía servido en las propias pieles de naranja a modo de bol.

La cuenta, 25€ por cabeza, tiene truco. Como ibamos con amigos del Sushiman, tuvimos un 25% de descuento en la cuenta final. Pero no hace falta que regaléis alfajores a ningún argentino para conseguir ese descuento, ya que a través del tenedor lo podéis conseguir si vais de lunes a jueves. Vale la pena!

En definitiva, un muy buen sitio para ir a cenar por el Born. Además, el otro restaurante que tienen (Tomoe, en C/Sant Delfí), hace servicio a domicilio, por lo que si algún día queréis sorprender a vuestros invitados sin tocar la cocina, vale la pena!!

Café Marzá

El pasado 19 de Abril fuimos con Elena, Santi, Marion, Cristian y Elisa al Café Marzá (Via Augusta nº100), un restaurante que nos recomendó mi primo Borja al estar cerca de su casa.

Se trata de otro restaurante más del estilo La Royale, tipo neoyorkino, con buenas hamburguesas y carta de gintonics de postre. Ya hemos dicho en algún post anterior que estos restaurantes están creciendo como setas en Barcelona, pero nos consta que este lleva ya unos cuantos años, así que no es uno más que se ha sumado a la moda, sino más bien alguien que se anticipó. El local es pequeño y la decoración no está tan cuidada como en La Royale o en The Snob.

Para cenar, optamos por el clásico de entrantes para compartir y un segundo para cada uno. De entrantes, pedimos bravas, croquetas, camembert rebozado, pollo rebozado con kikos y ensaladilla de tomate y atún. Con la ensaladilla quedamos bastante decepcionados, ya que al leer ensaladilla, te esperas algo tipo la rusa, pero en este caso se referían a ensaladita… Pero bueno, nos sirvió como anécdota a recordar. De segundo, yo pedí una hamburguesa con queso de cabra y Alicia una de Ceps. Ambas estaban muy buenas, aunque la presentación era bastante mejorable.

De postre, hubo quien optó por postres de chocolate y quien se decidió por culminar la velada con un gintonic (adivinad cuál fue mi caso…). Cabe decir que los gintonics los preparan bastante bien y preparan el bouquet de frutas en función de la ginebra elegida.

La cuenta, sobre 27€ por cabeza, con suficientes entrantes, postre y gintonics. Teniendo en cuenta lo que sueles pagar en este tipo de restaurantes, podríamos decir que está bastante bien. Eso sí, no es lo mismo. Considero que está un paso por debajo de La Royale en casi todas las variables que podríamos medir (local, calidad, presentación, atención al cliente y postres. Los gintonics posiblemente sean mejores).

Dada la ubicación del local, es una opción a tener en cuenta si vas a ver alguna película al cine Bosque, aunque no lo contemplaría si vas con prisa.
En definitiva, es un sitio al que no volvería para hacer una cena con amigos un día cualquiera, pero sí que lo consideraré si salgo con hambre del cine.

Kilo Restaurante

El miércoles 3 de abril, cenamos con Alex en el Kilo restaurante (Balmes, 165) un restaurante que nos recomendó mi amiga Cris cuando empezamos el blog (¡graciaaaas!). Es un restaurante muy mono y acogedor, decorado por los chicos de mr. Wonderful, vamos… muy Instagrameable 😉 El unico «pero» que le ví al local, es que no tienen demasiado bien resuelto el tema del sonido, sin estar especialmente lleno acabamos pegándonos gritos del ruido que se creó entre todas las mesas (y no había ningún grupo grande).

Nuestro plan de cena fue un picoteo de primero y un segundo por persona: Nos pedimos unas croquetas, huevos estrellados con patatas y queso idiazabal , pan con tomate y jamón serrano (que estaba espectacular). De segundo, yo me pedí un kebab de ternera y Borja pidió un arroz sucarrat. Todo estaba muy bueno, y me gustó especialmente la presentación que era muy cuidada así que la comida entraba bastante por los ojos. De postre, Borja pidió un coulant bastante bueno, ¡nunca falla!

El precio, 35 € por cabeza. Aunque todo estaba muy bueno, lo encontré un poco carito. Además, Borja se fijó en un detalle que no nos gustó demasiado (no se si se aprecia en la foto), los precios de la cuenta no eran los mismos que los de la carta (y no era por el iva).. no había grandes diferencias pero nos pareció un poco feo.

El restaurante es muy mono, la comida es buena y la presentación impecable… aunque quizás es un poco carito, no está mal para darse un capricho de vez en cuando! 🙂

La Royale

Después del éxito que tuvo el blog al publicarlo en nuestros respectivos Facebooks y Twitters, nos empezaron a llover recomendaciones de restaurantes. Si bien el objetivo del blog sigue siendo tener una especie de Base de Datos para cuando no se nos ocurre dónde ir a cenar, las recomendaciones nos van genial porque también nos sirven para lo mismo. Algunos de los restaurantes recomendados no los conocíamos, lo cual viene bien para innovar, y otros sí, pero hacía mucho tiempo que no íbamos, como es el caso que nos ocupa: «La Royale». La recomendación nos la hicieron Jordi y Sonia, a quien va dedicado este post.

La Royale es un restaurante situado en una placita (Plaça del Camp) situada entre Mandri y Muntaner. Lo definiría de estilo neoyorquino, con poca luz y decoración muy cuidada. Si se tiene pensado ir en fin de semana, suele estar lleno, por lo que conviene llamar para reservar. Nosotros fuimos la noche del 1 de Enero, Día Mundial de la Resaca, por lo que no tuvimos grandes problemas por ir sin reserva.

La carta se basa en hamburguesas de calidad divididas por estilos. Tienes europeas, americanas, asiáticas y de oceanía (estas son las vegetarianas, como si todos los australianos lo fuesen). Nosotros nos decantamos por dos de estilo americano: de Bisonte para mi y de Vaca Añeja para Alicia. Además, pedimos unos nachos y unas patatas Deluxe para compartir. Las hamburguesas nos las sirvieron teóricamente «al punto» (por lo que indica en la cuenta), aunque no nos lo preguntaron al tomar nota y la de Alicia estaba más bien «poco hecha». A ella le gusta más al punto, pero al tratarse de vaca añeja no le importó que estuviese un poco más cruda de lo normal. De postre, Brownie con dos bolas de helado para empezar con los propósitos del año nuevo.

Si bien las hamburguesas están muy buenas, lo que la gente acaba recordando más de La Royale son los GinTonics. Aquí lo normal no es acompañar la cena con un buen vino, sino con GinTonics Premium. Tienen un camarero dedicado exclusivamente a este tema (lo cual es un problema cuando esta lleno, porque puede tardar media hora en servirte) y una carta de lo más extensa. Tienes que tener claro cómo te gusta el gin tonic (seco, cítrico o afrutado) y él se encarga de elegir por tí. Nosotros pedimos secos y nos trajo un Geranium para mi y un «209» para Alicia. El Geranium no me apasionó y me decepcionó que ambos los preparó igual (con rayadura de lima y limón), sin poner nada especial como ya hacen en muchos sitios. Por el precio que te cobran, deberían actualizarse un poco.

 

 

La cuenta, cara. 40€ por cabeza. Si no tenemos en cuenta los gin tonics, quedaría en 25€ (sin vino; 30€ con vino), que sigue siendo caro por una hamburguesa con patatas y unos nachos. Pero hamburguesas como esas no las comes cada día por lo que, de vez, en cuando, vale la pena.