Cheese’s Art

El pasado viernes 27 de septiembre tuvimos una reunión de negocios con Nico y Julieta (pronto contaremos más sobre el negocio en cuestión). Como buenos amantes de la gastronomía, la reunión incluía cena y decidimos pasear por Enric Granados para buscar restaurante. Así es como llegamos a la parte baja de la calle, entre Diputació y Consell de Cent, donde se encuentra el Cheese’s Art. 20131007-192148.jpg Esta parte de Enric Granados es completamente peatonal, lo que hace que las 2 terrazas que hay ahí sean muy agradables. Como hacía buena noche, descartamos la opción de cenar dentro (estaba vacío) y preferimos esperar los 20 minutos que nos aseguraron que tendríamos que esperar para que se liberase alguna mesa. Finalmente fueron casi 40 minutos, pero en el banco que hay enfrente no se hizo demasiado pesado.  20131007-192206.jpg

La carta, para mi gusto, era demasiado extensa. Teóricamente se especializan en queso, pero tienen tal variedad de platos (de muchos tipos) que cualquiera puede cenar ahí. Eso sí, tienes que dedicarle bastante tiempo a la elección ya no sólo de los platos que escogerás, sino también al tipo de cena que harás. También ofrecen dos tipos de menús, uno tradicional de primer plato-segundo plato-postre y otro de degustación. Con estas opciones, Nico y yo compartimos el de degustación (El plato estrella era una raclette de varios quesos y carne de ternera y pollo a la parrilla), Julieta se pidió el menú tradicional y Alicia tiró de carta (ensalada de canónigos y pera de primero y una tosta de segundo). De postre, probamos el sorbete de gintonic.  20131007-192220.jpgPosiblemente le deberían dedicar más tiempo a la hora de elaborar los menús, ya que el de degustación, que era para 2 personas, incluía dos platos para compartir antes de la raclette que, además de llenarte demasiado de cara al plato estrella, eran complicados de compartir. Al menos deberían servirlos en platos individuales para que fuese más fácil. 20131007-192231.jpgPor otro lado, los tiempos tampoco los tienen bien estudiados, ya que cuando nos trajeron la raclette tanto Alicia como Julieta hacía rato que habían terminado de cenar (incluso vino un camarero antes de traernos la raclette para preguntarnos si queríamos postre… cuando aún nos quedaba el plato estrella!). Este tipo de cosas seguro que no les pasaría con una carta mejor pensada. El restaurante no estaba a tope y se les veía muy estresados, siendo lentos y desorganizados.  La calidad, eso sí, era buena. La variedad de quesos en la raclette era buena y acertada y las ensaladas eran originales. Nos quedamos con ganas de probar los gintonics al acabar, pero se nos había hecho tarde y lo dejamos para otra ocasión.

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En cuanto al precio (lamentablemente no podemos poner foto de la cuenta, ya que sin querer la borramos. A cambio, ponemos una foto de Blanquita, una perrita que nos acompañó gran parte de la cena. Es una calle por la que pasean muchos perros y esta lo hacía sin su dueño), salió a 31€ por cabeza. Obviamente, Nico y yo salimos bastante más caros que Alicia y Julieta, por lo que es un sitio que, si vas a tope, te puede salir sobre 40€ y si vas más relajado no subes de 20€. Pero claro, ¿quién va a un sitio de quesos a comer poco?

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En definitiva, buen restaurante en una zona que vale la pena explotar más, pero que podría ser aún mejor si re-estudiasen la carta para ofrecer también un buen servicio.