Solemos escribir solo sobre restaurantes de Barcelona… pero esta vez haremos una excepción para hablar de un restaurante que seguro que necesita el apoyo de este super blog para conseguir tener un poco más de fama: El Celler de Can Roca (Calle Can Sunyer, 48, 17007 Girona) .
Hace nada más y nada menos que 11 meses reservamos en el mejor restaurante del mundo según la lista de The World’s 50 Best Restaurants. Nervios totales. Tenemos al mejor restaurante del mundo a 30 minutejos en AVE… así que ya tocaba ir y nos acompañaron los padres de Borja.
El local es muy chulo y todo ventana, así que es muy luminoso. Solo entrar ya empiezas la experiencia con ganas 🙂
Antes de nada… comentar que creo no tener suficiente conocimiento gastronómico como para comentar como se merece una comida de tal calibre… pero oye, es mi blog y escribo lo que quiero, ¿no? 😛
El restaurante ofrece dos menús degustación, nosotros decidimos optar por el más extenso (por aquello de «Ya que estamos aquí….»), estos son los platos que incluía:
Antes de empezar con el menú, desfilaron por la mesa 6 aperitivos que nos hicieron alucinar. Empiezan muy fuerte y no hay ni uno solo que nos gustará un poco menos. El que más gracia me hizo fue el que recrea el bar donde trabajan los padres de los Roca (notese que ponen hasta fotos suyas de peques!), un plato con las tapas y el vermut de toda la vida pero reinventadas. Un 10…. bestial la tortilla de patatas esferificada… póngame 15 para llevar.
Al acabar los aperitivos, empezó la locura del menú y nos iban llegando los 11 platos. No voy a describirlos todos porque no creo tener el nivel y esto, de momento, no es MasterChef Blogil…. solo os diré que SIN DUDA es el mejor restaurante en el que hemos estado y en el que nunca estaremos.
Todo está increiblemente bueno, servido con los timmings perfectos y en el orden ideal para que no tengas la sensación desagrable de estar demasiado lleno para comer más. Disfrutamos como enanos… Además, todos los platos están cuidados y son bonitos de ver, da una pena desmontarlos 😉
Viendo las fotos salivo de nuevo… y me pregunto como voy a comer la pechuga de pollo plancha que tengo para hoy….
Una vez acabamos de comer, llegaron los postres y petit fours… otra salvajada muy loca (veis como no tengo el nivel…). El postre de anarkia de chocolate despierta verdaderas pasiones, es increíble… y el cromatismo de naranja es precioso y fresco. El más sorprendente fue el suspiro limeño, buenisímo e inesperado (me ponga también varios para llevar)
Aquí el amigo Josep Roca que quiso venir a la mesa y hacerse una foto con los escritores de «¿Dónde cenamos hoy?», en fin, nos debemos a nuestro público.
La comida costo (contando menú, vino y gintonic simpatico al acabar) unos 200 euros aprox por cabeza. Puessss si, además de el más bueno también será el que más habremos pagado. Pero os digo una cosa: no es caro, para nada. Es alto de precio, pero no caro. Con lo que hemos comido….y lo brutal de la experiencia, podrían pedirnos 150 euros más por cabeza. HE DICHO.
¿Dónde cenamos hoy? 